-Nada, una sorpresita.
-Gracias.
Le abracé y puse mi oreja en su pecho para intentar escuchar su corazón. El me besó en la cabeza y me hizo un gesto para que me sentara.
Me senté y empecé a desayunar, tenía hambre la verdad.
Terminé y ayudé a Fede a recoger.
-¿Quieres ducharte?
-Si, pero si quieres ve tu primero.
-No, prefiero ir la última, ya sabes las chicas tardamos más.
Fede se fue al cuarto de baño.
Yo me senté en el sofá a ver la televisión.
Fede salió un cuarto de hora más tarde más o menos.
-¿Me das mi camiseta?
Yo le miré y le sonreí con una sonrisa burlona, me aburría a si que pensé en divertirme un poco.
-Cógela.
Él se acercó y yo me levanté del sofá y me puse detrás del sillón. Me miró con una sonrisa y fue corriendo a por mí.
Yo fui corriendo a mi habitación, él me siguió.
-Venga, dámela.
-Cógela.
Fue corriendo y me cogió por la cintura me abrazó me besó y me tiró a la cama.
Me puso empapada, me miró y empezó a quitarme su camiseta, me quedé en ropa interior otra vez.
-Es injusto.
-¿El qué?
-Que siempre me ganes.
-Jaja, que quieres que le haga si eres muy lenta.
Yo le di en la pierna y le agarré del brazo, lo acerqué a mí y le besé, estuvimos besándonos una media hora.
-Venga preciosa que te tienes que duchar, además dentro de poco has quedado con Lucía.
-No… quiero quedarme aquí contigo…
-Si quieres, mañana antes de irte a Málaga me paso y damos un paseo.
Es verdad, mañana me iba a Málaga y no vería a Fede en tres meses… No podía dejarlo tan solo en estos tres meses…
Se que le dije que no, pero creo que ya estoy preparada…
Me tumbé encima suya en la cama le empecé a besar y a desabrocharle el pantalón.
-Cris, enserio no hace falta, puedo esperar.
-Ya, pero yo no.
El se rió y se sentó en la cama me cogió de la mano y me dijo:
-Lo eres todo, y sé que lo haces porque me dejas tres meses, pero no pasa nada, yo te quiero y esto es solo una prueba que nos hace el destino, si no estas preparada no pasa nada, yo esperaré y punto.
Yo le besé y le abracé.
Me levanté y me fui a la ducha.
Tardé mucho más que Fede… pero bueno.
Miré el móvil tenía dos llamadas perdidas de Lucía, ¿qué pasará?
La llamé.
-¡Cris!
-Lucía, ¿Qué pasa, por que me has llamado?
-tía, lo siento pero no vamos a poder quedar, tengo comida con la familia…
-No pasa nada…
-¿Pero no te quedas sola no?
-No, Fede está conmigo.
La verdad no estaba segura, alo mejor había quedado…
Lucía colgó, se le habría quedado sin batería, como siempre, es muy descuidada.
Me fui al salón a preguntarle a Fede si tenía que hacer algo.
-Por fin has terminado.
-Si, jaja.
Me senté a su lado.
-Esto… ¿ahora que vas a hacer?
-Pues la verdad no tenía pensado nada, supongo que ir a mi casa a ver la tele ¿por?
-Bueno… es que al final Lucía no puede quedar y eso… ¿Te quedas conmigo?
-Eso no hay ni que preguntarlo.
Me besó y me miró a los ojos…
-¿Qué pasa?
-Me encantan tus ojos… Ese azul… Te pega mucho, es muy difícil ver a una morena con los ojos azules…
-Soy única.
-Es verdad, es difícil que exista gente tan lenta…
Yo me reí y le abracé, nos pasamos así toda la mañana, viendo la televisión.
-Al final, estás haciendo lo mismo que ibas a hacer en tu casa.
-No, porque tú estás conmigo.
Me quedé mirándolo, no podía apartar la vista de él, era perfecto.
-Tierra llamando a Cris. ¿Qué te pasa?
-Nada, ¿sabes una cosa?
-Dime.
-Eres perfecto.
-Eso ya lo sabía…
Se rió y se volvió a tumbar en el sofá… he de admitirlo, está mejor sin camiseta.
Me puse a jugar con un hilo que le colgaba de la camiseta, mientras él veía la televisión.
Eran las tres de la tarde ya.
-¿Pido una pizza?
-Vale.
-¿De lo de siempre no?
-Si.
Pedí la pizza y volví al salón.
-Para que luego digas que no llevamos saliendo ni una semana.
-¿Cómo?
-Vamos a ver, ¿qué pareja que no lleva saliendo ni una semana sabe ya hasta los ingredientes de la pizza?
-Unos que han sido amigos durante mucho tiempo.
-Bueno…
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