jueves, 23 de junio de 2011

capitulo 13


Me desperté a las ocho de la mañana, quería llegar pronto a la estación, me puse lo más cómoda posible y llamé a mis padres que seguían en Málaga, me dijeron que irían a visitarme lo más pronto posible.
Miguel me acompañó a la estación le di un fuerte abrazo y me dirigí al tren.
Me senté en el sitio que me correspondía, estaba sentada al lado de un chico alto, rubio con ojos azules y muy guapo.
-Hola me llamo David.
-Hola yo soy Cristina.
-¿Cristina? ¿Tú vienes a hacer el bachillerato a Madrid?
-Si.
-Yo soy uno de tus compañeros de piso.
-¿Enserio?
-Si, estaba preocupado de que no conociera a nadie.
-Y yo.
Me fijé en que tenía una gran cámara.
-Voy a estudiar fotografía.
-Ah.
Estuvo contándome que tenía veinte años y que le encanta la fotografía.
Llegamos a Madrid por la tarde. Fuimos al piso.
Se encontraba en un edificio alto de unos quince pisos. Nos abrió un chico de unos veinticinco años o así, se notaba que era de la otra acera por la forma en la que hablaba y eso.
Me enseñó mi habitación, era grande y daba a la parte de atrás del edificio.
-Espero que te guste.
-Si, esta muy chula.
-Gracias. Yo vivía aquí con mi marido pero nos quedamos arruinados y hemos tenido que alquilar las habitaciones.
-Oh, lo siento.
-No pasa nada, eres una chica muy guapa y así tenemos algo de ayuda femenina en la casa.
-Estoy para lo que necesitéis.
-Nos llevaremos bien.
-Seguro.
Xavier, así es como se llamaba el chico, se fue de la habitación. Me dirigí a la habitación de David.
Estaba poniendo las cosas todavía.
-¿Te ayudo?
-No hace falta ya casi he terminado.
-Guau…
Me dirigía a su álbum de fotos que estaba abierto encima de la cama, tenía fotos preciosas, me encantaban.
David cogió su cámara y me hizo una foto, la metió en su ordenador le hizo unos retoques y la imprimió, quedó chinísima, parecía una modelo. La puso en su álbum y siguió enseñándome fotos.
A los nueve Raúl, el marido de Xavier nos llamó para cenar.
Eran muy majos, estaban muy atentos con David y conmigo.
Nos pusieron unos espaguetis a la carbonara, estaban buenísimos.
Me acosté sobre las diez y media, estaba cansada del viaje.
Me desperté a las once de la mañana, era domingo, mañana empezaba las clases y no tenía ninguna gana.
Xavier era el único que estaba despierto.
-Buenos días chica.
-Buenos días.
-Tienes café en la cafetera y ponte lo que quieras hay pan, cereales y fruta.
-Gracias.
No tenía mucha hambre así que solo me tomé un café y una manzana.
Me senté con Xavier en el salón.
-He estado cotilleando un poco tu habitación, espero que no te importe.
-No tranquilo.
-He visto que no tienes mucha ropa.
-Bueno, la verdad es que no tengo mucha.
-El viernes, cuando termines las clases, nos vamos de compras.
-Tengo el dinero justo y no creo que sea buena idea.
-Como te dije ayer nos llevaremos bien así que te invito yo.
-Gracias pero no hace falta.
-Insisto me aburro mucho aquí metido, necesito un poco de olor a tienda y a ropa nueva.
-Muchas gracias.
Xavier me guiñó un ojo y Raúl apareció por la puerta, era alto con el pelo negro y gafas, tenía pinta de ser mayor que Xavier.
Estaba vestido para ir a trabajar, besó a Xavier y se despidió de mí con la mano.
David apareció por la puerta de su habitación con cara de sueño, llevaba unos calzoncillos y una camiseta, me miró con esos ojos azul claro y me derretí.
Se fue a la cocina y trajo unas tostadas y un café.
-¿Queréis?
-No gracias.
-Yo tampoco gracias.
Puse la televisión y me quedé viendo la televisión hasta medio día más o menos.
 -te invito a comer vamos.
David estaba detrás mía ya vestido, guapísimo por cierto, llevaba una camisa y unos pantalones vaqueros, sencillo pero le quedaba genial.
-Vale, espera que me voy a vestir.
Me puse cómoda, segura que también visitábamos algunos monumentos y eso.
-Ya estoy lista.
-Bien, vamos.
Le colgaba del cuello una de sus fantásticas cámaras, era enorme.
Nos sacamos unas cuantas fotos y nos fuimos a comer unas pizzas, tenía un hambre impresionante. Me pedí de todo unas conchas gratinadas de primero, unas pizzas de segundo y un helado de postre, iba a reventar.
-¿Tienes más hambre?
-No por Dios, me va a dar algo.
-Jaja, venga vamos a casa y bajas la comida, que mañana empiezan las clases.
Nos fuimos a la casa, Xavier y Raúl no estaban, por lo visto habían quedado con unos amigos y no sabía si iban a venir a cenar, nos pusieron el número del Telepizza en la notita que nos dejaron. Yo me puse el pijama, no tenía pensado salir a ningún sitio.
Me senté en el sofá y puse la televisión, David vino con el ordenador a enseñarme las fotos, eran muy bonitas la verdad, había uno q la había puesto de fondo de escritorio,

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