jueves, 23 de junio de 2011

capitulo 19

-Haber que te toque… ¡estás ardiendo!
-No…
-Venga descansa que te traigo el termómetro y un espedifen.
-Gracias.
Miguel me mandó un sms.
“Buenas, ¿quedamos?”
“No puedo… estoy mala”
Mi madre me trajo las cosas y un cuarto de hora después Miguel estaba llamando a la puerta.
-¿Qué tal estas?
-Mal…
-¿Qué quieres que te traiga?
-Nada enserio.
-Bueno, tus padres me han dicho que como es fin de año se van a casa de tu tío a si que me quedo yo contigo.
-¡No! Vete y pásatelo bien.
-No puedo pasármelo bien sabiendo que tu estás mala.
-Bueno… no insisto porque sé que vas a acabar ganando…
-Jaja.
-Puedes poner la tele si quieres.
Miguel se tumbó a mi lado y puso la tele muy bajita para que no me molestase.
-Gordo, no te pongas tan cerca vaya que te lo pegue…
-Todo lo que venga de ti no me perjudica para nada.
Yo le sonreí y me quedé dormida.
Estuve toda la semana mala, Miguel no se separó de mí ni un momento.
 Menos mal que el día que me iba para Madrid solo tenía un resfriado.
Miguel me acompañó hasta la estación. Me subí al tren y me puse a escuchar música.
Esta vez nadie se sentó a mi lado.
Llegué a Madrid, Xavier me esperaba y me ayudó a dejar las cosas.
-¡Que bien que por fin hayas llegado!
-Jaja, no sabía que me echaríais tanto de menos.
-Jaja, para que veas.
Llegamos al piso y dejé todas mis cosas, estaba muerta, necesitaba tomarme un Nolotil y acostarme.
Me tumbé en la cama y al minuto estaba dormida. Al día siguiente no fui a clase estaba malísima.
Me desperté a las nueve y media y me puse un café, David estaba en el salón.
-¿No estás en clase?
-Hoy se iban de excursión y pasaba.
-Ah.
-¿Y tú que haces despierta? Vete a la cama anda.
-Será lo mejor.
Me fui a mi habitación y me conecté al Tuenti. Tenía un privado de Miguel.
“llámame.”
Lo llamé al momento ¿Qué le habrá pasado?
-¿Si?
-Miguel, soy Cris ¿Qué pasa?
-Nada, bueno, no se, te tengo preparada una sorpresa para el fin de semana.
-¿Qué sorpresa?
-Ya verás, peor cuídate mucho que quiero que estés perfecta.
-Vale, adiós te quiero.
-Yo más.
Colgué el teléfono, que susto me había dado… Davis me había dejado su ordenador a si que me puse a ver una película.
Sobre las tres llegó Xavier y me puso una sopa para comer.
-Gracias.
-De nada, ahora descansa.
-Vale.
Estuve toda la tarde dormida y por la noche me costó mucho conciliar el sueño pero pude dormir un poco. Al día siguiente ya estaba mejor a si que fui a clase.
Román vino a recogerme.
-¿Estás mejor?
-Si.
-Venga sube, que llegamos tarde.
-Vale.
Llegamos cinco minutos tarde, cuando llegamos todos estaban sentados, Rosa me esperaba con cara de asco, como todos los días.
Teníamos con Roberto que estaba sustituyendo al profesor de matemáticas. Me senté rápido y saque las cosas. Todo el mundo nos miraba, que vergüenza.
La semana fue eterna y tenía ganas de que llegara el fin de semana.
Por fin llegó el sábado, no sabía lo que era a si que me conecté al Tuenti por si Miguel lo estaba. Pero no estaba conectado.
Eran las doce a si que no iba a desayunar nada ya que era muy tarde, me duché y me puse algo para estar en casa. Estaba sola, David se había ido a ver una exposición de ortografía y Xavier y Raúl se fueron de compras.
Me puse a ver la televisión y alguien llamó a la puerta, sería David.
-Hola.
-¡Miguel! ¿Qué haces aquí?
-¿No te gusta la sorpresa?
-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!
-Bueno, pero esta no era la sorpresa si no esta.
Me dio una jaula con un conejo, era monísimo, me encantaba.
-¡Gracias!
-Es macho. ¿Qué nombre le vas a poner?
-Miguel.
-Jaja, gracias.
-Pero entra.
Le enseñé la casa y por último mi habitación.
-¿Te gusta?
-Mucho.
Nos sentamos en la cama y empezamos a hablar y me explicó que necesitaba verme.
-Mira, no puedo más con este juego, te quiero demasiado como para tenerte como solo una amiga.
-¿Y si pasa algo?
-Te juro que siempre estaré a tu lado.
Yo lo abracé y le besé, no sabía lo que éramos ahora, si novios, amigos…
-¿Esto que significa?
-Lo que tú quieras que signifique.

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