jueves, 23 de junio de 2011

capitulo 18

-¡Joder, es una simple amiga! Si no confías en mí,… es mejor que lo dejemos…
-Si va a ser lo mejor.
Ruth entró al salón corriendo cogió sus cosas y abrió la puerta para irse pero antes de irse me dijo:
-Felicidades, lo has conseguido.
Yo me quedé quieta, no sabía lo que hacer, me alegraba mucho de que pro fin podía estar con Miguel, pero me daba mucha pena de que por mi culpa una relación se haya ido a la mierda.
Miguel entró al salón y me puso un plato de tortitas.
-Lo siento, debí irme a mi casa.
-No es tu culpa… además esta relación no iba a ninguna parte…
Le abracé, necesitaba besarle, pero sabía que no era el momento. Me llamaron por teléfono, era Lucía.
-Hola
-¡Cris! ¡Tenemos que quedar YA!
-Jaja, vale, ¿Dónde y a que hora?
-En el parque a las seis.
-Venga adiós un besito.
-Adiós.
Colgué el teléfono y le pegué un bocado a una tortita.
-¿Quién era?
-Lucía, que quiere que quede con ella.
-Ah, vale.
Me tomé cinco tortitas, iba a explotar.
-¿Tienes más hambre?
-No… voy a reventar…
-Jaja, ¿quieres ir a algún sitio?
-No sé… dime algún sitio…
-Mm. ¿Mi habitación?
-¿Te has dado cuenta de que acabas de cortar con tu novia no?
-Si, ya pero era para enseñarte una cosa… que eres una mal pensada.
-Jaja, lo sé.
Me llevó a su cuarto, la cama seguía desecha y olía a mi perfume toda l habitación.
-Mira.
Puso el video, puso una película de su cumpleaños, cuando éramos pequeños… me encantó la sorpresa. Terminó la película y le miré, sus ojos me miraban con un poco de brillo y su boca se curvó hacia arriba con disimulo, me quitó un mechón de pelo de la cara y me dio un beso en la mejilla.
-Bueno, me tengo que ir que hoy hay cena con la familia.
-Si, bueno, hoy por fin llegan mis padres del viaje a París.
-Echaré de menos estas noches locas…
-Jaja, y yo.
Me puse la ropa y me acompañó hasta la puerta.
-Bueno… si eso te llamo esta noche ¿vale?
-Ok.
Le di un dulce beso en la mejilla y me marché. Mientras bajaba a mi casa una pequeña sonrisa se me escapó y tuve que girarme para ver esos ojos verdes de nuevo, era como una droga, lo necesitabas en cada momento y cuando sabes que vas a estar un tiempo sin él intentas ponerte la dosis más alta.
Llegué a mi casa y me duché. Me fui a ver la televisión con mi padre.
-¿Dónde has pasado la noche?
-Estuve con la novia de Miguel y Miguel y se hizo tarde a si que me he quedado a dormir en su casa.
-Vale.
Mi padre se puso a hacer un crucigrama y yo puse un programa de risa.
Mi hermano se despertó a las dos de la tarde, mi madre ya había preparado la comida.
Comimos y me fui a su habitación para hablar un rato con él que hacía mucho que no hablaba con él.
-Bueno, ¿Qué tal te va?
-Bien.
-¿Alguna novia?
-¿Qué te importa?
Como siempre mi hermano tan simpático…
-Soy tu hermana…
-Muy bien, ¿Qué quieres que le haga?
-Mira, niño no seas tan borde que soy tu hermana mayor…
-Si vamos… por dos años…
-Mira que te calles y cuando tengas algún problema con las chicas no me hables…
Me fui a mi habitación y me conecté al tuenti, tenía miles de cosas…. Comentarios, eventos, páginas, privados…. Puff…
Me puse a elegir la ropa para por la noche, ya que me iba con la familia a cenar y luego de botellón, tenía muchas ganas, Lucía me había enviado un sms de que no podía quedar que nos veíamos en el botellón.
Ya era tarde a si que me empecé a arreglar, terminé sobre las nueve, justo para salir ya de casa.
Íbamos a cenar a un restaurante con mis tíos y demás.
Llegamos los primeros, nos sentamos en la mesa y esperamos a que viniese los demás.
Vinieron todos menos mi prima Ágata que se fue a estudiar fuera.
Sobre las doce y media me fui al botellón, no tenía ninguna gana, pero tenía que ver a Lucía.
-¡Cris!
-¡Lucía!
-Te tengo que contar una cosa…
-Cuenta.
-Me voy a vivir a Italia.
-¿Cómo?
-Mira, mi primo Jose se fue de intercambio y llegó uno italiano y bueno… nos hemos enamorado y me ha pedido que me vaya a vivir con él…
-¡Joder, tía, que bien!
-Te voy a echar de menos mi vida…
-Y yo…
Nos abrazamos y nos fuimos al parque donde estaban los demás.
Saludé a todos y estuve hablando de todo un poco, casi todos se quedarían aquí en Córdoba aunque alguno iría a estudiar al extranjero.
Me fui sobre las cinco, estaba muerta, necesitaba tirarme en la cama y dormir…
Llegué a mi casa y me puse el pijama y sin quitarme la pintura ni nada me fui a dormir.
Me desperté a las tres de la tarde, nunca había dormido tanto, no tenía nada de hambre, tenía como un nudo en el estómago, me dolía la cabeza y quería vomitar.
-Hija por dios, que son ya las tres.
-Mamá creo que estoy mala.

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