Miré las hora, las diez y media, mis padres estarían ya despiertos, hoy sobre las cinco de la tarde no siríamos, no tenía ninguna gana.
Miré mi móvil tenía un sms de Álvaro me lo había mandao a las ocho de la mañana "¿pero este chico no duerme o qué?" pensé.
"Princesita, cuando te despiertes me llamas, un bsito"
Era super dulce, y muy guapo, pero ¿QUE DICES MARTA? si tiene 5 años más que tú... aunque me encantaba que fuese tan maduro, Dios 22 añazos... es ya un hombre y encima hijo de un duque...
Lo llamé par aver que quería, además echaba echaba de menos su voz... ¿Me estoy enamorando? no, eso es imposible, ¿enamorada? pero si hace menos de un mes que Nick murió. Mi cabeza daba vueltas pero el sonido de mi móvil me devolvió a la Tierra.
Era Álvaro.
-Duquesito!!
-Hola ¿has leido mi mensaje?
-Sí, ahoramismo te iba a llamar.
-Tenemos telepatía eeh.-Dijo con tono burlón.
-Eso parece, bueno ¿y que querías?
-Repetir lo de ayer.
-Pero yo a las cinco me voy y tengo que ayudar a mi madre...
-Por eso no te preocupes mi padre ha contratado a unos hombres para que tu madre no tenga que hacer nada, y por lo tanto puedas estar tú conmigo.
Uno risita se me escapó, vaya, era super atento conmigo, un amor ^^
-Bueno, ¿y que vamos a hacer hoy?
-Había pensado en ir a dar un paseo con mi barco..
-¿Con tu barco?
-Sí, a ver soy hijo de un millonario, algún probecho tendré que scar ¿no?
-Bueno, vale, nos vemos a la una en mi portal?
-Vale, un besito princesita.
-Adiós duquesitoo
Colgué y me puse a saltar de alegría, un día más con mi duquesito, hacía tiempo que no estaba tan feliz.
Me levanté de la cama y fui a desayunar, mis padres estaban en el salón tomándose un café, yo me puse un cola-cao y me senté con ellos.
-¿Y esa sonrisa?-Me dijo mi madre.
No me había dado cuenta de la risa tan tonta que tenía en la cara, era patético.
-Nada, olle mamá ¿puedo ir con un amigo a dar una vuelta?
-¿Con que amigo?- Dijo mi padre un poco mosqueado.
-Por dios Manuel, claro que puedes ir, ¿como se llama?-Dijo mi madre con una sonrisa.
-Álvaro, pero no tengo nada con él, es solo un amigo.
-Sí, ya claro, y por eso el último vino con sorpresa incluida-Dijo mi padre en tono burlón.
-Papá, te has pasado ¿sabes? yo quería a Nick, y no vino con sorpresa incluida porque esta sorpresa es tu nieto.-Dije entre sollozos y dirigiéndome a mi cuarto.
Me senté en mi cama y empecé a llorar, pesaréis que que tonta soy, era una tontería pero me duele que mi padre no confíe en mí.
Mi madre llamó a la puerta y entró, se sentó a mi lado rodeándome con su brazo y dándome un beso en la mejilla.
-No hagas caso a tu padre, ya sabes como es, ve i diviértete.
-Mamá, Álvaro a llamado a unos hombres para que te ayuden a recoger.
-Oooh, que amable, dale las gracias de mi aprte.-Me dijo con una amplia sonrisa.
Me dio un beso en la frente y se marchó. Ya me encontraba un poco mejor, pero no del todo.
Me puse un bikini blanco para que me resaltasde el moreno que había cogido estos día, unos shorts baqueros y una camiseta con rayas orizontales azul celeste.
Me dejé el pelo suelto y me puse unas convers azul celeste también, no iba muy areeglada pero para un barco tampoco iba tan mal.
Todavía eran lad oce asique decidí bajar a darme un paseo. Hacía un calor espantoso.
La playa estaba llena de gente y los niños jugaban en la playa, unas chicas se me acercaron, eran rubitas con los ojos azules muy bonitos.
-Hola, ¿eres Marta?
-Sí ¿como sabéis mi nombre preciosas?
-Esque ese chio-.Dijo señalándome a un chico alto, era álvaro.
-¿Que te ha dicho?
-Que te de esto.
La niña me dio un colgante en forma de corazón en el que ponía "de tu duquesito" un sonrisa me iluminó la cara.
-Vale, muchas gracias.
-Por cierto, eres muy guapa-Dijo la niña un poco roja marchándose corriendo.
Cuando la niña se metió en un chiringuito miré hacia donde estaba antes Álvaro pero ya no estaba.
Alguien me tapó los ojos, naturalmente era Álvaro.
Me giré y le di un abrazo.
-Gracias por el regalo es muy bonito.
-¿Te lo pongo?
-Vale
Álvaro me lo puso con delicadeza y me dio un beso en la mejilla.
-Bueno, parece que al final nos hemos visto antes de lo previsto.
-Sí ¿has desayunado?
-Un colacao solo.
-Vale, entonces vamos a llenar esa tripita ¿no?
Yo le di la mano, la cagé lo sé, fue un acto involuntario, por suerte Álvaro no dijo nada.
Llegamos a un bar donde compramos unas palmeras de chocolate, la verdad me lo pasé muy bien. Ya eran las una y media y me llevo a su barco.
Cuando lo vi me quedé a cuadros, dios era de película, me encantaba. Era blanco con uan parte para tomar el sol y otra con unos sillones debajo de un toldo, era perfecto.
-¿Te gusta?
-¿Bromeas? Me encanta!
Álvaro me contestó con uan gran sonrisa y me ayudó a subir al barco.
Estubimos hasta las tres haciendo el tonto, Álvaro trajo uno sbocadillos y comimos, se estaba super bien en el barco, no tenía nionguna gana de volver a mi casa.
Me senté en un sofá y Álavaro se sentó a mi lado.
-Vamo a quedarnos un rato aquí, ya mismo tenemos que volver.
-Vale.
Hubo un silencio un poco incomodo, pero Álvaro lo rompió.
-Bueno, ¿tienes gans de irte?
-Ninguna, por mí me quedaba aquí a vivir.
-Jaja, la verdad que se está muy bien en Marbella.
Estubimos hablando unos minutos y cuando me di cuenta, estaba pegada a Álvaro, mi cabeza estaba en su hombro y mis brazos rodeando su cintura.
Álvaro me puso derecha y se acercó a mí poco a poco, su cra a unos centí metros d el amía, mis corazón pidiendo a gritos que nuestros labios se juntaran, pero no podía, lo que estaba haciendo mal.
-Álvaro, esto no está bien, tienes cinco años más que yo.
-¿Y? yo te quiero.
Me acaba de decir ¿que me quiere? No, eso no puede ser, no, ahora no me puede decir que me quiere.
-Álvaro, ¿tú sabes las ganas que tengo de besarte? si me dices esto ahora....
Álvaro puso un gransonrisa y me besó, yo me derreté en el acto, sus brazos me rodeaban mi cintura y mis manos se enredaban es su pelo castaño, me sentía genial con él.
-Se hace tarde, es mejor que volvamos-Dijo yo separándome de él.
-Sí, tienes razón.
Llegamos al puerto y me llevó a mi casa.
-Bueno, me tengo que ir, adiós duquesito-Le dije con una gran sonrisa.
él se acercó lentamente, yo me iba hacia atrás asta que había pared y no podía retrocedes más.
Apoyó su mano derecha en la pared y su mano izquierda la descansaba en mi cintura.
-Dime que no me quieres, que no siente snada por mí, que solo soy un simple amigo.
-No te quiero.-Dije mirando al suelo.
-Dimelo pero a los ojos.
Subí la mirada y ahó estaban sus ojazos verdes, esos ojos que me derretian.
-No puedo decírtelo porque te estaría mintiendo.
Álvaro me sonrió y me besó, sus labios jugaban con lso míos y nuestras lenguas hacian un baile de sensaciones dentro de nuestras bocas. Paramos un momento y Álvaro recorrió mis labios con su dedo y me dio otro beso, esta vez más rápido, pero dulce.
-Bueno, es mejor que te vayas, o tu madre se preocupará.
Yo no le contesgté simplemente lo volví a acercar a mí y le besé, un beso lleno de pasión y de deseo.
-Adiós duquesito.
-Adiós princesita.
Me marché con una amplía sonrisa y subí a mi casa. Ya estaba todo recogido pero lo peor estaba por llegar.
-Marta, ¿y esto?-Dijo mi madre muy seria enseñándome una revista, sí la de Álvaro y yo.

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